Esta mañana, mientras ojeaba tranquilamente libros en la librería Casa Norberto de Plaza las Américas, me topé con el libro titulado "Julia de Burgos, Obra Poética ", editado por la Editorial del Instituto de Cultura Puertorriqueña. En un solo volumen se incluyen los poemarios: "Poema en veinte surcos" y "Canción de la verdad sencilla", los únicos libros que Julia publicó en vida, además del cuaderno "El mar y tú", publicado postumamente por su hermana Consuelo. El libro también contiene dos estudios preliminares escritos por los profesores Ivette López Jiménez y José Emilio González, algunos poemas publicados de manera dispersa en periódicos y revistas, además de poemas ineditos. Es una belleza de libro, así que decidí comprarlo.
Julia de Burgos es una escritora fundamental e imprescindible. Su misma persona es tan entrañable, su rostro encantador de jibarita es tan querible, que uno puede llegar a extrañarla sin siquiera haberla conocido. Su rostro proyecta tristeza y alegría simultáneamente, algo común en nuestros campesinos. Según nuestro interlocutor, Julia puede significar cosas distintas: para algunos es sinónimo de la poesía, es el ángel protector de la patria, es el símbolo de la libertad expresada en todas sus facetas, es la fantasía erótica del varón pensante y muchas cosas más. Para otros, era la rara, la rebelde, la promiscua, la alcohólica, la roja comunista. Desafortunadamente, con el paso del tiempo, su obra poética a sido deformada por declamadores silvestres que, con la mejor intención, nos han presentado una Julia color rosa, nada más lejos de la verdad. Ella, como todas las grandes almas que han existido en este mundo, es amada o despreciada, pero
jamás será olvidada.
"El Tótem telúrico",1992 Jaime Suárez. El "Tótem telúrico"(1992), o el tótem que surge del interior de la tierra; es una escultura monumen El Tótem telúrico" (1992) es una escultura monumental hecha de granito y réplicas de cerámicas taínas, obra del escultor, arquitecto y ceramista puertorriqueño Jaime Suárez (1946). Esta escultura rinde tributo al descubrimiento del nuevo mundo por parte de navegantes europeos y al encuentro de dos culturas. Se encuentra ubicada en la Plaza de Quinto Centenario, cerca del cuartel de Ballajá, en San Juan de Puerto Rico, y mide aproximadamente 40 pies de altura (12.192 metros). En su libro "Tótem y Tabú", Sigmund Freud nos describe el tótem como un símbolo de la unidad de un clan o grupo, más allá de relaciones de consanguinidad, como si el mismo fuera un antepasado o un espíritu protector de la tribu. Dicho esto, podríamos afirmar (parafraseando las palabras de Freud) que este monumento se ha converti
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