Ir al contenido principal

Suzette Pérez López: Un viaje entre la santidad y lo profano.


Suzette Pérez López
 El primer encuentro con la obra pictórica de Suzette Pérez López fue un grato descubrimiento para mí. Según el ángulo desde el que la veamos, sus creaciones son un torbellino vertiginoso, una fiesta, un banquete o un largo y accidentado viaje a lo desconocido. Sus cuadros podrían ser todo eso y mucho más. Su imaginería te golpea, sus composiciones te desequilibran y su temática te inquieta. En ella, todo es ambiguo y exuberante. Lo sagrado convive con lo profano, el sexo con la castidad, lo cristiano con lo pagano, el caos con el orden, lo bello y estilizado con lo grotesco, y así sucesivamente, creando un intrincado mundo de opuestos. Las formas se agolpan en reducidos espacios, en un perpetuo hacinamiento, en un universo donde todo está aquí y todo es ahora. Da la impresión de que una fuerza más grande que ella dirige su pincel cuando pinta, como si se tratase de un trance hipnótico o espiritual.

Podría decirse que su estilo es naïve, aunque con una marca muy personal y distintiva. También es importante destacar que, a pesar de los pocos años de su carrera, ya ha logrado desarrollar un estilo propio, algo que muchos de nosotros no hemos conseguido en décadas de trabajo. Creo que es una artista a la que debemos seguir con interés en el futuro, y por mi parte, le deseo lo mejor y que su joven carrera llegue muy lejos y pueda alcanzar alturas extraordinarias."


"Nina Simone"

Serie Flor Salvagem, nombre sativa de mares, Sirena oriunda del océano indico.

"La perra"

"Petra"
" Porque yo soy tu pasión...y tú mi fuego. Magdalena."

"El cuadro de Samuenel" 




" Una chiringa para el niño Ellegua." 

Comentarios

  1. Yo añadiria que sus obras no tienen pelos en la lengua...son personajes de nuestra mezcla de culturas españolas, africana y taina. Los temas son lo que nadie desea hablar por temor al que diran. Me encanta su estilo. Te felicito! con cariño, LaGrilla

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Sería una buena idea, poder abordar el tema de la mezcla de culturas y sus influencias en la obra de Suzette. Te agradezco la sugerencia.

      Borrar
  2. Me recuerdan un poco las estampas mexicanas que coleccionaba Frida Kahlo... por la narrativa.. como si fuera un comics.. mas sin embargo, el lenguaje no es literal, sino simbólico y encriptado. Me encantan estas obras. Están cargadas de emociones. Excelente el artículo!

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. No había pensado en Frida Kahlo, pero si, tienes mucha razón en lo que dices. Se agradece tu comentario.

      Borrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

"El Tótem telúrico" de Jaime Suárez.

"El Tótem telúrico",1992  Jaime Suárez.       El "Tótem telúrico"(1992), o el tótem que surge del interior de la tierra; es una escultura monumen El Tótem telúrico" (1992) es una escultura monumental hecha de granito y réplicas de cerámicas taínas, obra del escultor, arquitecto y ceramista puertorriqueño Jaime Suárez (1946). Esta escultura rinde tributo al descubrimiento del nuevo mundo por parte de navegantes europeos y al encuentro de dos culturas. Se encuentra ubicada en la Plaza de Quinto Centenario, cerca del cuartel de Ballajá, en San Juan de Puerto Rico, y mide aproximadamente 40 pies de altura (12.192 metros). En su libro "Tótem y Tabú", Sigmund Freud nos describe el tótem como un símbolo de la unidad de un clan o grupo, más allá de relaciones de consanguinidad, como si el mismo fuera un antepasado o un espíritu protector de la tribu. Dicho esto, podríamos afirmar (parafraseando las palabras de Freud) que este monumento se ha converti...

Todos los puertorriqueños somos como el niño Avilés.

"El niño Juan Pantaleón Aviles de Luna Alvarado"1808, José Campeche y Jordan. José Campeche Jordán         Si toda la pintura puertorriqueña estuviera metida en un granero en llamas y me dijeran que puedo entrar y salvar solamente un cuadro, este sería sin duda alguna el retrato de "El niño Juan Pantaleón Avilés de Luna Alvarado" (1808), de José Campeche y Jordán (1751-1809). Todavía recuerdo la sublime sensación de recogimiento que sentí en mi niñez la primera vez que vi este cuadro en una casa museo que había habilitado Don Ricardo Alegría en el Viejo San Juan. Recuerdo que entramos al dormitorio donde el cuadro se encontraba colgado en la pared que daba a la cabecera de la cama, como si se acercara al altar de un templo. En mi mente de niño, pensaba que tenía que ser el retrato de un santo, un santo inconcluso y bello, como lo es y sigue siendo nuestro país, inacabado y hermoso. Tenía ante mis ojos el encanto que tienen algunas cosas hermosas cuando e...

Unas Burbujas de Sangre.

"Ante las atrocidades tenemos que tomar partido. El silencio estimula al verdugo" (Elie Wiesel). Me hubiera gustado que la historia que voy a contar a continuación fuera fruto de mi imaginación, que fuera ficticia, pero no lo es. Lo que voy a relatar es una terrible historia que mi padre me contó en varias ocasiones. Para situarnos en tiempo y espacio, considerando que mi papá nació en 1922, y según su recuerdo, al momento del suceso tenía aproximadamente 13 años, nos remontamos al Guaynabo rural de 1935. El mismo año que un abogado mayagüezano llamado Rafael Martínez Nadal se trasladó a vivir a nuestro pueblo, que en aquel entonces era paupérrimo y miserable, habitado mayormente por jibaritos como los miembros de mi familia: asmáticos (enfermos de "fatiga", como se conocía al asma bronquial en esa época), flacos y lombricientos. A pesar de las penurias y de que aún se sentían los estragos dejados por el huracán San Ciprián de 1932, en los barrios de Guaynab...